1 Sitio(s) de ejecución
María T., nacida en 1928: “Una mujer judía embarazada escapó de la caravana y logró llegar a la casa de mi cuñada donde dió a luz. Le pidió a mi cuñada que se llevara y escondiera a su bebé, pero ella se negó. En la mañana, los soldados recogieron a la mujer judía y la llevaron a la plaza de ejecución, junto con su hijo recién nacido (…) La fosa fue llenada por los aldeanos de Frasin. Algún tiempo después de la ejecución, la tierra del pozo se movió: todavía había gente viva debajo”. (Testigo N°219Mo, entrevistado en Cordenii Noi el 29 de abril de 2016)
Frasin es un pueblo y una comuna en el distrito de Dondușeni en el norte de Moldavia. En 1930, había 29 judíos viviendo en Frasin, que tenía 1.933 habitantes en total. Los judíos de Frasin eran principalmente comerciantes y, según el testigo de YIU Feodor B., nacido en 1927, “eran dueños de todo el comercio del pueblo y eran respetados por los aldeanos”.
Según Feodor B., nacido en 1927, cuando las tropas alemanas llegaron a Frasin en julio de 1941, evacuaron a todos los habitantes del pueblo, obligándolos a trasladarse al cercano pueblo de Gaspar. Mientras tanto, se establecieron en Frasin y tomaron el pueblo. Después de un tiempo, los campesinos regresaron a Frasin y los alemanes fueron reemplazados por soldados rumanos que establecieron una nueva administración en el pueblo y nombraron un nuevo alcalde. Los judíos locales lograron escapar junto con los soviéticos. A fines de septiembre de 1941, una hilera de unos 300 judíos escoltados por soldados rumanos se colocó fuera del pueblo. La caravana había sido trasladada desde Ucrania, desde la región de Chernivtsi. Feodor B. recordó que durante esa noche, los aldeanos comerciaban con los judíos de la hilera, intercambiando comida por ropa. A la mañana siguiente, los gendarmes seleccionaron a varias personas de la caravana y las obligaron a cavar una fosa. Luego, según las fuentes disponibles, eligieron a varias decenas de judíos y los llevaron a la fosa. Los judíos fueron obligados a desnudarse y se les quitaron objetos de valor, los dientes de oro extraídos con pinzas. Luego, las víctimas fueron arrojadas vivas al pozo, y los soldados rumanos ordenaron a los otros reclusos de la caravana que las enterraran vivas. Varios gendarmes disparaban en dirección a quienes intentaban salir de la fosa común durante el llenado. Según los testigos de YIU, así como algunas fuentes disponibles, algunos aldeanos de Frasin también dispararon a los judíos para acabar con ellos. María T., nacida en 1928 recordó que “podíamos escuchar los gritos de los judíos y ver cómo se movía la tierra incluso después de tapar el pozo”. Las pertenencias de los judíos fueron parcialmente saqueadas por gendarmes, parcialmente distribuidas a los aldeanos que participaron en la ejecución. En total, unos 30 judíos de la caravana fueron fusilados en Frasin mientras que otros fueron llevados en dirección a Transnistria. Otros cuatro fueron fusilados en una fosa común cerca del pueblo de Codrenii al día siguiente.
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